Los videojuegos en la infancia y la adolescencia: guía para progenitores

 


Cómo establecer un entorno de juego positivo y seguro para tu hijo o hija.

Aprendizaje, creatividad, relaciones: los videojuegos ofrecen oportunidades increíbles para los niños y niñas de todas las edades (y para los adultos). Pero a los padres y madres les puede resultar difícil abordar el tema de los videojuegos con sus hijos e hijas. ¿Qué juegos hay que usar? ¿Cuánto tiempo deben estar ante la pantalla? ¿Cuáles son los riesgos?

Hablamos con el profesor Daniel Johnson, experto en videojuegos del Centro de Excelencia para la Infancia en la Era Digital del Consejo Australiano de Investigación, para que responda a estas preguntas y te ayude a tomar decisiones con conocimiento de causa sobre lo que es mejor para tu familia.


¿Cuál es la mejor manera de que los padres y madres aborden la relación entre sus hijos y los videojuegos?

Una de las cosas que más aconsejamos a los progenitores es que jueguen a videojuegos con sus hijos e hijas. Siéntate y deja que te enseñen a jugar. Que sean ellos los expertos. Que disfruten mostrándote su mundo.

Y lo que descubrimos hablando con los progenitores es que, una vez que empiezan a hacerlo, su punto de vista cambia y pueden mantener un diálogo mucho más abierto con sus hijos e hijas sobre los videojuegos.

Dialogar con tus hijos de esta manera les hace sentir que se trata de una afición suya que a ti te interesa conocer mejor y cuyo valor vas a percibir, con un poco de suerte. Así, cuando hables con ellos de videojuegos, no se limitarán a pensar: “Bueno, es que no lo entiendes”.


Una vez que tu hijo o hija comprenda que sí le entiendes, cuando le digas: “Mira, hoy ya has jugado un par de horas, probablemente sea suficiente”, estarás partiendo de una posición mucho más sólida que si simplemente llegas y le dices algo que podría sonarle como: “¿Por qué haces esa estupidez? Es una pérdida de tiempo”. Los niños y niñas entienden intuitivamente que eso que les dices no es verdad. Saben que no es una pérdida de tiempo y puede resultar ofensivo que te digan que lo que te gusta es una pérdida de tiempo.

Establecer una base común permite entablar un diálogo mucho más abierto sobre los juegos que son apropiados, y cuándo y con quién es apropiado jugar.

¿Qué beneficios pueden ofrecer los videojuegos a niños, niñas y adolescentes? 

A todos nos atraen las actividades que satisfacen nuestra necesidad de competir, disfrutar de autonomía y establecer vínculos. Y los videojuegos, cuando están bien diseñados, satisfacen increíblemente bien esas necesidades. Hay muchos beneficios derivados del juego, como las emociones positivas, la sensación de implicación (asociada a la felicidad), la creación de vínculos, la capacidad de interpretación, el aprendizaje y la creatividad.


Aprendizaje y creatividad

Los videojuegos ofrecen claros beneficios para el aprendizaje, tanto el incidental como el dirigido, y obviamente hay muchas oportunidades para desplegar la creatividad en varios tipos de juegos, desde aquellos en los que construyes una casa que tú mismo diseñas hasta la creatividad que se necesita para resolver un puzle o rompecabezas difícil.

Realizamos un estudio con adultos en el que comparamos la actividad cerebral que tiene lugar al completar pruebas cognitivas convencionales (de la Universidad de Cambridge) con la que se produce al jugar a un videojuego. Y descubrimos que los niveles de dificultad del juego se relacionan con niveles de actividad cerebral similares a los de las pruebas cognitivas más difíciles. En resumen, jugar a un videojuego requiere un alto nivel de implicación y actividad cognitiva.  

Superar las dificultades

En general, a medida que crecemos y durante toda la vida, es muy beneficioso someterse a pruebas, realizar tareas difíciles y enfrentarse a algo que no creemos ser capaz de hacer. Los videojuegos son excelentes para plantear estas dificultades y hay pruebas de que ayudan a desarrollar la resiliencia. Aprendes a intentarlo, a fracasar y a volver a intentarlo.

Establecer vínculos

Los juegos son excelentes para establecer vínculos con otras personas. Quienes juegan en colectivo entablan verdaderos vínculos sociales. Incluso cuando son exclusivamente en línea y no necesariamente se convierten en una relación en la vida real, la intimidad resultante y el capital social son muy reales y valiosos. No es diferente de la amistad que se forja jugando al rugby, al baloncesto o en las clases de danza o teatro. Hay un gran número de investigaciones que lo confirman una y otra vez: jugar con otros nos permite conectar con una gran diversidad de personas y ampliar nuestras redes, así como profundizar y reforzar los lazos con nuestros allegados.


¿Cuáles son los riesgos de los videojuegos que los padres y madres deben conocer? 

 Hay que saber con quién juegan.

Creo que debemos plantearnos con quién juegan nuestros hijos e hijas. ¿Con quién se relacionan en Internet? ¿Qué nivel de conciencia tiene un niño o niña sobre la información que debe proporcionar o no a un desconocido en línea, o incluso a alguien que cree conocer en línea?

Hay personas con muy malas intenciones, pero podemos evitarlas de muchas maneras. Por ejemplo, como progenitor, puedes utilizar los controles del juego para desactivar la posibilidad de conectar con extraños.

Como ya se ha mencionado, es mucho más fácil si tu hijo o hija siente que comprendes su pasión por los videojuegos. Si es así, puedes decirle algo como: “Lo entiendo. Sé que quieres jugar. Lo veo normal, pero asegurémonos de que en la plataforma en la que estás participan otros niños y niñas de tu escuela, que no es una plataforma en la que hay gente que no conocemos, o en la que puede haber gente de una edad muy diferente a la tuya”.

Para subrayar la importancia que tiene generar confianza en torno a los videojuegos, es imprescindible que tu hijo o hija sienta que puede recurrir a ti si hay algo que le preocupa o se encuentra en una situación incómoda. Queremos evitar que no digan nada por miedo a “meterse en líos” o a que les prohíbas jugar si te plantean un problema.


Relación poco saludable

Prefiero evitar términos como “adicción”, ya que no creo que sean necesariamente adecuados en este contexto y también creo que el término suele causar una preocupación innecesaria. Sin embargo, no hay duda de que es posible desarrollar una relación poco saludable con los videojuegos (aunque solo le ocurra a una minoría de jugadores).

Las investigaciones han demostrado que es más probable que se entable una relación poco saludable si hay otras facetas de la vida que no son satisfactorias. Si un niño siente que no es competente o que carece de autonomía, o no se siente vinculado a los demás en la escuela o en algún otro ámbito de la vida, el resultado puede ser que establezca una relación poco saludable con los videojuegos (mediante la cual se satisfacen esas necesidades).

Afortunadamente, esto también nos da una pista sobre la solución cuando nos preocupa que un niño o niña se enganche a los videojuegos de una forma que podría ser poco saludable. De manera un tanto contra intuitiva, la solución no es intentar eliminar los videojuegos de sus vidas. De hecho, si los videojuegos son la única forma en que satisfacen sus necesidades, lo peor que se puede hacer es interrumpirlos. Pero también hay que empezar a satisfacer esas necesidades en otros ámbitos de la vida. Animarse a practicar actividades al aire libre o a pasar más tiempo con otras amistades que tengan aficiones diferentes. Lo importante es intentar que se sientan satisfechos tanto con los videojuegos como con los otros aspectos de su vida.


Patrones oscuros

Hay técnicas de diseño poco escrupulosas que a veces se denominan “patrones oscuros” (o patrones engañosos) que incitan al usuario a hacer algo que de otro modo no haría, como gastar más dinero. Estas técnicas pueden ser problemáticas, por lo que los progenitores deben intentar abrir los ojos de sus hijos e hijas ante este tipo de manipulaciones. Por ejemplo, el uso de falsas rebajas que crean una presión temporal para comprar, o el uso de planes de descuento que incitan a comprar más.

Interésate por aquello a lo que esté jugando tu hijo o hija y, si se trata de un juego que contiene elementos diseñados mediante estas técnicas, intenta persuadirlos para cambiar de juego o explícales abiertamente lo que has observado.

Enséñales a conocer estas técnicas de diseño para que puedan estar mejor preparados para detectarlas y resistirse a ellas. La capacidad de reconocerlas también les ayudará en otros ámbitos de la vida.


Comunidades tóxicas

Las comunidades que se crean en torno a algunos de los juegos pueden ser problemáticas (lo que a menudo se denomina “toxicidad”) y pueden incitar al ciberacoso, el racismo, la homofobia y la misoginia, entre otras cuestiones negativas.

Aunque se está haciendo un gran trabajo para intentar combatir estas situaciones, por el momento hay ciertos juegos que son conocidos por potenciar este tipo de comunidades.

Es importante que los progenitores conozcan las comunidades en las que juegan sus hijos e hijas y decidan si quieren que estén expuestos a ellas habitualmente. Habla con tu hijo o hija sobre qué tipo de cosas están bien y cuáles no, cuándo debes hablar en nombre de otra persona o cuándo debes optar por salirte de una conversación.

Videojuegos y violencia

En lo que respecta a la violencia y la agresividad en los videojuegos, es importante tener en cuenta cuáles son los temas de un juego y su grado de pertinencia para el momento del desarrollo en el que se encuentra tu hijo o hija. Las clasificaciones por edades y los comentarios en línea de otros progenitores pueden ser recursos útiles para decidir qué juegos son apropiados y cuáles no. Además, jugar con tus hijos puede ayudarte a hacerte una mejor idea de los contenidos de un nuevo juego.

También es importante tener en cuenta que el consenso científico actual es que los videojuegos no conducen a la agresividad ni a la violencia en persona. Aunque los videojuegos han recibido mucha atención negativa a lo largo de los años, un informe histórico de 2020 reunió 28 estudios sobre el tema y concluyó que los efectos a largo plazo que la violencia en los juegos tiene sobre la agresividad juvenil son casi nulos.


Muchos progenitores se preocupan por el tiempo que sus hijos dedican a los videojuegos. ¿Cuál es su consejo?

El tiempo de juego adecuado varía mucho. Si estamos en mitad del curso escolar y el niño o niña tiene que hacer un montón de deberes para el día siguiente, la cantidad adecuada de juego sería cero minutos.

Si son las vacaciones escolares y ayer se fueron a la playa y mañana van a un museo, entonces puede que hoy esté bien jugar un buen rato. También depende del niño. Depende del tipo de juego. Depende de con quién juegue.

Creo que la diferencia entre un jugador adulto sano y un jugador menor de edad es que este último no ha desarrollado necesariamente las competencias relacionadas con el control de las emociones como para darse cuenta de sus sentimientos: “Oh, esto ha dejado de ser divertido. Estoy sintiendo más frustración que alegría en este momento. Ahora sería un buen momento para tomarme un descanso”. Y ciertamente, ¡los jugadores adultos tampoco aciertan siempre!

No pierdas de vista este aspecto e intenta ayudar a tus hijos e hijas a conocer las señales que indican que ya han jugado lo suficiente y cuándo sería mejor dar un paseo de media hora o realizar otro tipo de actividad para distraerse y volver a empezar.

Curiosamente, hay estudios que demuestran que tomarse un breve descanso puede mejorar mucho el rendimiento en un videojuego, así que esa podría ser una forma de iniciar una conversación sobre el tema de los descansos.

En términos más generales, puede resultar muy útil explicarles a los niños y niñas que todos tenemos que gestionar nuestra relación con la tecnología (ya sean teléfonos, juegos, redes sociales, etc.). Considera la posibilidad de reconocer las dificultades que tú mismo tienes para gestionar tu propio uso de la tecnología, las técnicas que te han funcionado y las que no, así como las ventajas generales de adoptar un enfoque equilibrado.

¿Tiene algún consejo para los progenitores de niños y niñas más pequeños sobre cómo iniciarse en los juegos?

Los sistemas de clasificación pueden ser muy útiles, pero el problema es que muchos de los contenidos de las tiendas de los teléfonos móviles no tienen clasificación.

Sin embargo, otros progenitores ya han pasado antes por esto, y hay comunidades y foros en los que la gente destaca los puntos fuertes y débiles de los distintos juegos, como, por ejemplo: “Este juego es bastante bueno para jugar con otras personas, pero tiene un montón de cosas de comercialización que tendrás que vigilar”.

Otra cosa es aprender qué controles y opciones del juego puede activar y desactivar un progenitor. Por ejemplo, puedes desactivar la posibilidad de conectar con extraños, o exigir que las solicitudes de amistad pasen por ti en lugar de ir directamente a tu hijo o hija.

Y, de nuevo, animo a los progenitores a que interactúen con sus hijos e hijas. No digo que deban estar presentes cada minuto que jueguen. Pero si juegas la primera hora con tu ellos conocerás el contenido del juego, podrás ver cómo reacciona y decidir cuál es el mejor enfoque.


¿Qué cree que podría mejorar la industria del videojuego?

Creo que hay que llamar la atención sobre los elementos de diseño oscuros o engañosos y reflexionar sobre ellos.

¿Son apropiados alguna vez? Si lo son, ¿para qué grupo de edad? Creo que estamos de acuerdo en que no es apropiado que un niño o una niña de 5 años participe en un juego en el que un personaje le sugiere que pida dinero a sus progenitores para comprar algo dentro del propio juego.

Sería muy bueno que las tiendas de aplicaciones contaran con una sección verificada en la que progenitores e hijos pudieran elegir juegos que no contengan elementos problemáticos. O un sistema de clasificación más útil, que no se limite a señalar que este juego es violento, sino que este juego tiene elementos de monetización que incitarán a su hijo a gastar dinero, o que este otro permite al jugador conectar con personas de todo el mundo sin saber realmente quiénes son. Información como esta es necesaria para poder abordar realmente algunos de los riesgos de los que hemos hablado.


El profesor Daniel Johnson es investigador jefe del Centro de Excelencia para la Infancia en la Era Digital del Consejo Australiano de Investigación y dirige el Laboratorio de Investigación de Juegos y Diseño de Interacción de la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia).

Fuente: UNICEF



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